Soñé que una muleta era el pasaje de vivir a sentir, de querer a ser... y en eso vivo, en ser.
Sean bienvenidos a esta locura.

lunes, 30 de junio de 2014

Creciendo y disfrutando, esperando y aprendiendo.

 Cierto es que llevo un tiempo parado, pero ni mucho menos es un tiempo desperdiciado. Parado en el sentido de que no toreo en público, ni hago tentaderos, pero no porque no quiera, sino porque muy pocos son los que se acuerdan de mi, y porque tal vez todavía no se ha visto, no he dado la dimensión que quiero y sé que daré llegado el momento. Por eso he dicho que me encuentro "parado", pero solo por eso, porque no he dejado de entrenar, de vivir mi pasión, de disfrutar mi sueño, ese que algunas veces he alcanzado con la punta de mis dedos. 
 En este tiempo de reflexión y de mentalizarme he aprendido muchas cosas, y he conocido gente maravillosa, personas que están conmigo en los entrenamientos y con los que comparto una ilusión, una pasión. Mayores o pequeños, de todos puede uno quedarse con lo bueno. Desde que empecé siempre he tenido mi grupo de incondicionales, a los que quiero y admiro por encima de todo, tanto familiares como amigos, y de los que me siento verdaderamente orgulloso. He tenido esa suerte, y la sigo teniendo hoy día, porque bellas personas me rodean. Ahora que las cosas están muy feas y se hace difícil ver el camino a seguir, tengo claro quienes están y estarán, y solo Dios sabe lo que me deparará el futuro, pero mientras tanto, yo seguiré así, creciendo y disfrutando, esperando y aprendiendo.
  Samuel Rodríguez. (Fotos: Irene Gómez)
































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